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Compartimos, el pasado domingo 29 de mayo, la celebración por el trece aniversario del Parque.
Fueron trece años de intenciones puestas en marcha para construir este Faro de una nueva espiritualidad, que nos nutre en nuestras más elevadas aspiraciones por un mundo más justo, más humano y no-violento.
Comenzamos una nueva etapa donde queremos potenciar nuestras acciones y señales en ese sentido.
Queremos hacer parte de este ámbito a todas las personas y organizaciones, de distintas procedencias, vocaciones y campos de acción con quienes conincidamos en esta sensibilidad y valores humanizadores.
Vivimos en un mundo en crisis, desestablizado por la violencia en todas sus formas, que nos generan incertidumbre, temor y sufrimiento. Necesitamos unirnos y fortalecernos para el despertar de la conciencia y de la nueva espiritualidad, que nos potencie hacia ese mundo mejor al que aspiramos.
Abrimos la jornada a la mañana con un recorrido por los símbolos del Parque: el Portal, el Monolito, la Fuente para cerrar con una meditación en la Sala. En cada espacio se leyó un texto sobre el significado de ese lugar y se finalizó con una reflexión alusiva.
Se realizaron ceremonias de pedidos y agradecimientos, de oficio y de reconocimiento; el equipo del taller de los oficios invitó a una muestra de cerámica con la técnica de raku en el horno de barro; una actividad abierta de expresión corporal tuvo lugar durante la tarde.
Mientras amigos y amigas provenientes de Rosario, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y distintas ciudades fueron compartiendo sus intercambios y testimonios sobre los significados de este espacio sagrado, sus vivencias y aspiraciones futuras. Contamos además con la visita de referentes de distintas organizaciones sociales, y de vecinos y autoridades de la Comuna de Lucio V. López.
Todo se dio en un marco de afecto y de agradecimiento por contar con este recodo de recomposición, de conexión con la fuerza interna y el sentido, tan necesario en este mundo alterado y violento.
¡Larga vida al Parque Carcarañá!
